martes, 11 de mayo de 2010

Exposición muñecos 11/05/10

POEMA

El hombre y su sombra

¿Por qué, en pocos segundos, un títere puede lograr lo que a un actor le llevaría un período más prolongado de tiempo?

¿Cuál es su lenguaje dramático?

El títere es una máscara. Aparece y no necesita presentación. Es el bueno, el malo, el sabio.

La expectativa del público ha sido colmada. No hay duda sobre lo que es.

Sin embargo, esa máscara se muestra persona. Se muestra con todas las contradicciones. Y resulta que el sabio tiene dudas, que el valiente tiene miedo, que detrás de la risa puede estar el llanto. Somos sorprendidos porque esa cosa, ese objeto, es la vida misma. Y no lo esperábamos. De la misma manera que no nos damos cuenta que estamos viviendo, cuando estamos viviendo.

En el lenguaje del títere, el personaje está movido por sus mecanismos más primarios, más íntimos. Se mueve por lo que siente. Vive por lo que necesita. Ama y se ama

Cómo es y cómo se es.

Un pobre objeto, un trozo de tela y cartón, asume toda la humanidad que, lamentablemente a veces, el hombre no se anima a rescatar para sí mismo.

El hombre, ser supremo de la naturaleza, es desnudado en toda su pavorosa y bella humanidad, por una simple cosa, un pobre objeto de cartón y tela: un títere.

Ariel Bufano

ORÍGEN E HISTORIA-

Primero definiremos que es un títere, según la RAE, la definición es “figurillas de pasta u otra materia, vestidos y adornados que se mueven con alguna cuerda o artificio” pero yo creo que una buena definición es” “El títere es una imagen plástica capaz de actuar y representar”

Creemos que el títere surge con el hombre, cuando vio su sombra reflejada por las hogueras que hacía en las paredes de las cuevas, entonces, al moverse, se movían esas imágenes y ahí fue donde surgió la necesidad de hacer esas figuras y las hizo con la piel de los animales que cazaba.

Cuando ante el misterio de la naturaleza hay que crear una figura que le represente, nace el primer muñeco, nace el primer ídolo. Al nacer el primer ídolo articulado, nace el primer teatro de muñecos

… Ya en época de los romanos y aun de los griegos eran conocidos los títeres. Platón compara al hombre con estos muñecos, Aristóteles hace referencia a ellos. A Sócrates le maravillaba la ficción de vida que daban algunos títeres.

En excavaciones realizadas en Egipto se hallaron pequeñas figuras de marfil articuladas cuyo movimiento se realiza a través de varillas, lo que demuestra la existencia de estos personajes mucho antes de la civilización.

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En la Edad Media lo usa la Iglesia para representar pasajes bíblicos, se hacían representaciones con títeres de los milagros, los misterios de la virgen y se hacían hasta en las mismas iglesias. Pero como el títere puede confundirse o ligarse con el ídolo, fueron echados de la iglesia y ahí surgió el títere de plaza, el títere trashumante que es la tradición que siguieron los titiriteros. Se lo ve como un hermano menor del arte teatral.

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En sus comienzos los títeres eran muy rústicos en su construcción. Con el tiempo, se hicieron muñecos completos de madera utilizando alambres o hilos para su movimiento. Se manejaban desde una pasarela colocada en el escenario. Se les dio el nombre de Marionnette o Marionetta (de francés e italiano) a partir del reinado de Carlos IX de Francia. Un italiano llamado Marión y su esposa Maria las introdujeron en el país vecino.

Los venecianos atribuyen el origen de la palabra Marionetta a una leyenda según la cual doce parejas jóvenes se fueron de sus hogares para casarse en la iglesia de Santa Maria de la Salud. De improvisto, una banda de piratas desembarco cerca de la iglesia atacando a la multitud y se llevaron a las doncellas aprovechando la confusión. Los jóvenes de Venecia alcanzaron a los piratas y lograron rescatar a sus novias. Desde ese momento se hizo costumbre celebrar el aniversario del hecho con una gran fiesta en la cual se efectuaba el casamiento de doce parejas de jóvenes. Esto ocasionaba tantas ofuscaciones entre los habitantes que decidieron sustituir a las doncellas por muñecas de madera las que fueron llamadas Mariettas o Marionettas.

A principios del siglo XVI utilizaban las marionetas para propagar la moda, las exhibían en la plaza San Marcos, Venecia, vestidas con los últimos modelos llegados de Paris. Esta costumbre decayó debido a que los sacerdotes comenzaron a combatirla hasta lograr desterrarla.

En 1795, Laurent Mourguet, un obrero de sedería de Lyon, instalo un teatro que subsistió bajo su dirección hasta 1815. A partir de esto el nombre Guignol se comenzó a utilizar para denominar el teatro donde aparecen los muñecos, en memoria de Mourguet.

El nombre de Polichinela o Pulchinela, se debe a Paulo Ginella, el primero en presentar títeres en Nápoles, pero fue popularizado por Puccio d’Aniello.

Cada país ha tenido su polichinela bajo diferentes nombres y formas, no distinguiéndose sus bufonadas más que por el carácter de la nación que representa: Pendj en Persia, Punch en Inglaterra, Pulchinella en Italia, Don Cristóbal en España, Hanswurst y Casperl en Alemania, Juan Klaassen en Australia, Hans Pickelharing en Holanda, Karagueuz en Turquía, Petrouchka en Rusia, Gnafrón y Guignol en Francia y Woltje en Bruselas.

En 1847, George Sand, famosa novelista francesa, asistió en compañía de Víctor Borie como únicos espectadores al estreno de un pequeño teatro que para distracción de ellos mismos que construyó su hijo Mauricio y el pintor Eugène Lambert.

La construcción del escenario era muy simple. Una silla cuyo respaldo estaba colocado hacia el espectador, sostenía un gran cartón de dibujo y una cortina para ocultar a las miradas del espectador, los operadores forzosamente arrodillados detrás del mismo eran quienes manipulaban los muñecos inhábilmente dirigidos, sin pretensiones y sin imaginar el porvenir que estaba reservado a ese Guignol de instalación tan precaria, que se llamó Thèatre des Amis.

Esto resultó tal éxito que realizaron un nuevo escenario donde pudieran moverse libremente, allí actuaban más de siete muñecos.

Al año siguiente, 1848, introdujeron nuevos actores y a partir de 1849 se representaban los dramas más terroríficos e impresionantes como Una tempestad en un corazón de bronce, Los aceros de Toledo, El fantasma nocturno y Roberto el buen ladrón.

El Thèatre des Amis tuvo su glorificación desde 1854 a 1872. Durante esos años se representaron más de cien obras diferentes y parodias de piezas populares.

A partir de 1872, los familiares y amigos de George Sand se dispersaron y su hijo continuó a cargo del Guignol. En ese momento, Sand sugirió la construcción de un teatro más perfeccionado, se realizaron carriles y otros aparatos que facilitaban la decoración del escenario. Asimismo decidieron agregarle cuerpo a los títeres, ya que hasta ese entontes eran solo manos y cabeza.

Hacia 1880 el Thèatre des Amis fue trasladado al atelier de la casa de Mauricio Sand. El escenario era muy artístico, tenía un telón formado por una cortina roja. Ya contaban con cuatrocientos muñecos y más de cien obras. Pero cuando Mauricio Sand murió en 1889, todo desapareció con él quedando únicamente un volumen titulado thèatre des Marionettes.

En 1861 se inauguró en los jardines de las Tullerías, un Guignol dirigido por Luís Emilio Edmundo Duranty quien anhelaba que las obras estrenadas tuvieran gran trascendencia literaria. Sin embargo, sus buenas intensiones duraron muy poco porque no conseguía atraer al público por el carácter de las obras que representaba.

Lemercier de Neuville creó los pupazzi recortando dibujos y pegándolos sobre maderas formando siluetas, para su hijo enfermo. Esto les sugirió la idea de dar una representación en presencia de amigos. Gustavo Doré y Carjat se entusiasmaron con el proyecto y aportaron ayuda con sus ilustraciones.

Luego Lemercier de Nouville decidió crear sus propias siluetas tallándolas en madera y los vistió artísticamente presentándolos en público en 1863. Fue todo un éxito y atrajo no solo al público, sino también a la prensa en general.

En 1875, Thomas Holden estrenó en Paris un teatro de marionetas que tenían extraordinaria semejanza con los actores humanos pero no embelesaban mayormente.

Enrique Signoret tuvo la idea de crear un teatro para revivir obras de diversas épocas, al mismo tiempo resolvió no recurrir a verdaderos actores sino emplear marionetas. Esta idea se hizo realidad en mayo de 1888 representando las piezas El guardián vigilante de Cervantes y los pájaros de Aristófanes. El público estaba compuesto por poetas, escritores y artistas ilustres.

A partir de este momento, hasta 1892 se representaron obras de Cervantes, Shakespeare, Muricio Bouchor, Amadeo Pigeon y otros

Los títeres y marionetas son conocidos en China desde tiempo remoto. Durante el siglo VIII el Guignol estaba en su florecimiento contando con el emperador Hiouen-Tsong. Se presentaban obras acerca de destacados héroes, escenas de la vida diaria, de animales que simulaban hablar y grandes pantomimas. Las marionetas eran similares a las europeas o mecánicas y solían actuar solo los días festivos. Se usaban también los títeres ambulantes. En China, una leyenda cuenta el origen de las sombras. Según la misma, el emperador Wu-Ti, ante la pérdida de su amada esposa, pierde el gusto por la vida, por lo que todos en la corte, intentan reanimarle sin éxito.

Hasta que llega Sha-Wong, quien afirma que puede revivir a la emperatriz. Para lograrlo, coloca al emperador frente a una tela tendida entre dos postes y sobre ella, hace aparecer la sombra de la amada, la que conversa con el emperador de recuerdos comunes. Un día, el emperador olvida su promesa de no tocar la tela, y al hacerlo, descubre a Sha-Wong, agitando una figura de mujer delante de una lámpara. Una de las versiones del final de esta historia, dice que en homenaje al montador de sombras, le permite que siga practicando su arte.

El teatro de sombras chino, es el único que incorpora decorados, muebles, plantas, palacios y animales. Las obras poseen un carácter sagrado y los personajes representan a entidades del más allá.

Los jesuitas introdujeron el teatro de sombras en Europa, a través de sus rutas de evangelización.

El Guignol no solo estaba destinado a recrear al pueblo, sino que participaba también en ceremonias oficiales

Menukiya Tyozanburo, renombrado músico del siglo XVI. Tuvo gran aceptación llegando a ser uno de los entretenimientos favoritos del pueblo. Combinaban la manipulación de los títeres con la recitación de baladas El guignol fue llevado desde China a Japón, con el nombre de Bunraku por dramáticas.

En Japón había dos clases de Guignol. El de muñecos accionados desde arriba con hilos (marionetas) y el de títeres manipulados directamente por los operadores. Pero en 1941 no existía más que una marioneta en Osaka, llamado Bunraku-za.

En España los primeros títeres eran en general manipulados por gente que los utilizaba para disimular su mal vivir. Recorrían los pueblos atrayendo a los lugareños al son de silbatos y campanillas.

Con el tiempo el Guignol fue introducido en las iglesias y monasterios donde estrenaban obras basadas en la Biblia y la vida de los Santos. Luego salieron al pueblo para continuar dando dramas y comedias de carácter religioso hasta que fueron expulsados por representar obras satíricas y divulgar la magia y el sortilegio. Más tarde aparecen nuevamente con gran éxito exhibiéndose en teatros.

España también fue la cuna de Federico García Lorca, poeta y titiritero, quien alternaba sus éxitos desde 1923 con obras como Misterio de los Reyes Magos, Retablillo de Don Cristóbal, Amor de Don Perliplin, etc. Recorría los lugares más apartados para ofrecer obras de Cervantes, Lope de Vega, Juan de la Encina y otros.

En los templos de Inglaterra aparecieron los crucifijos y las madonas cuyos ojos y miembros eran móviles y representaban obras basadas en capítulos bíblicos y episodios de la Pasión. Después continuaron con las mismas obras fuera de las iglesias con su cumbre en el siglo XVII cuando fueron abolidos los teatros acusados de ejercer influencia corruptora.

En 1713 Martin Powell utilizaba un Guignol que se llamaba Punch Theatre. Realizaba representaciones de sátiras políticas y baladas populares.

Checoslovaquia es el país que cuenta con mayor cantidad de teatros de muñecos y donde familias enteras practican el arte del Guignol como una profesión tradicional. Los teatros son notables por el arte de sus producciones y los equipos técnicos que poseen.

Rusia es el país con mayor número de teatros de sombras, marionetas y títeres.

En Estados Unidos los títeres fueron usados principalmente por los Indios Hopi. Eran muy hábiles en tallar y pintar muñecos. Usaban títeres en sus ritos como la Fiesta de las serpientes y las leyendas del trigo, maíz y otros cereales.

La primera función que se realizó en Nueva York, fue en 1739 pero hasta el siglo XX no se conoce más que la presencia de algunos titiriteros extranjeros.

El resurgimiento se debe a Mauricio Browne, quien estrenó en Chicago en 1915 Alicia en el país de las maravillas.

Los Piccoli, nombre del Guignol de Milán, fueron creados por Vitorio Podrecca, quien recorrió el mundo para presentarse en Europa y América. Las marionetas de este artista son consideradas las más artísticas y técnicamente perfectas.

En 1898 salieron de Italia los tradicionales marionetistas Bastián de Terranova y su esposa Carolina Ligatti. Instalaron en Brasil un teatro con autenticas marionetas sicilianas. Luego de doce años se trasladaron a Argentina, inaugurando La Boca con el Guignol San Carlino.

Actualidad

Desde principios del siglo XIX el arte de las marionetas despertó un vivo interés entre artistas de las Bellas Artes, como Heinrich von Kleist, Sergei Obraztsov, Edward Gordon Craig, Lorca, Picasso, Paul Klee o Leger, entre muchos otros.

En la actualidad las marionetas son protagonistas en el cine, la televisión o la publicidad, además de en salas de teatro, escuelas, calles y plazas. Existen multitud de festivales dedicados al teatro de títeres en todo el mundo. los muñecos se introducen en los medios de comunicación, el cine y la televisión. Se contempla la posibilidad de incorporar los muñecos al mundo educativo y el teatro de marionetas ganó con los niños un amplísimo público en todo el mundo

Autómatas

Són títeres? Yo creo que sí, aunque el manipulador o titiritero esté tan invisible que en realidad no existe. Títeres que se mueven sin titiritero... Todo un lujo y una curiosa Aunque bien mirado, sí que hay alguien detrás de los autómatas y sus maquinarias: su “hacedor”, el especialista que sabe de pesos y contrapesos, de engranajes, motores y correas de transmisión… Se trata de un titiritero algo especial: actúa con antelación y programa la manipulación. Ésta se produce con automatismo cinético, a solas consigo misma. El alma del muñeco está en su maquinaria, escondida bajo las telas, las máscaras y los decorados, como todas las almas.

La otra característica de los Autómatas es la calidad de sus movimientos: sus gestos, nunca iguales del todo, siguen una pauta continua marcada por los períodos de sus mecánicas ocultas. Esta secuenciación rígida pero con una importante aleatoriedad sutil, produce una tremenda inquietud en el espectador. Sí, se repite, siempre hace lo mismo, pero te mira de un modo raro, de vez en cuando se le va la mano, o el pie, o se retrasa el vaivén… Luego tiene vida, aunque encorsetada en una apariencia de rigidez casi mortuoria…. durante años sigue su quehacer programado. Tu puedes crecer, sacar barba y envejecer, para regresar luego a los Autómatas y verlos siempre igual, aunque siempre inquietantes y diferentes en su torpeza mecánica…

Su fascinación proviene de lejos en el tiempo. Se dice que en los viejos templos egipcios, las figuras de los dioses tenían articulaciones, se movían y hablaban. En el año 1500 a. C., Amenhotep, hermano de Hapu, construye una estatua de Memon, el rey de Etiopía, que emite sonidos cuando la iluminan los rayos del sol al amanecer. King-su Tse, en China, en el 500 a. C. inventa una urraca voladora de madera y bambú y un caballo de madera que saltaba.


Y así hasta llegar a los griegos, quienes dan un gran impulso a la mecánica. En el año 62, Herón de Alejandría describe múltiples aparatos entre ellos, aves que vuelan, gorjean y beben. Todos fueron diseñados como juguetes, sin mayor interés por encontrarles aplicación. Sin embargo, describe algunos como un molino de viento para accionar un órgano o un precursor de la turbina de vapor.

La cultura árabe heredó y difundió los conocimientos griegos, utilizándolos no sólo para realizar mecanismos destinados a la diversión, sino que les dieron una aplicación práctica, introduciéndolos en la vida cotidiana de la realeza. Ejemplos de éstos son diversos sistemas dispensadores automáticos de agua para beber o lavarse.

A partir de aquí, los conocimientos de mecánica se disparan en Europa y los inventos se suceden sin pausa. Es conocido el León Mecánico construido por Leonardo Da Vinci (1452-1519) para el rey Luis XII de Francia, que se abría el pecho con su garra y mostraba el escudo de armas del rey. En España es conocido el hombre de palo construido por Juanelo Turriano en el siglo XVI para el emperador Carlos V. Este autómata con forma de monje, andaba y movía la cabeza, ojos, boca y brazos. A Turriano se le debe una obra titulada ” Los veinte y un libros de los ingenios y máquinas de Juanelo”, verdadera enciclopedia de la mecánica del siglo XVI, que no se publicó en su tiempo, quizá porque fuese considerada secreto militar. Sólo y recientemente ha salido a la luz.

Una colección famosa de Autómatas es la que se halla en el Parque de Atracciones del Tibidabo. Durante años fue un referente en la materia, al ser uno de las pocas colecciones expuestas permanentemente. Con piezas de épocas muy variadas –la historia de Barcelona y del mismo Tibidabo está inscrita en sus caras y en sus diferentes estéticas– ha sido muy comentada y admirada por generaciones de barceloneses y no barceloneses, pues bien conocido es el placer que sentían al visitarla personajes como García Lorca o Luís Buñuel. Según me contaba su sobrino Alfonso, cada vez que veía la plazuela madrileña con el cuadro de los chulapos bailando el chotis, a Buñuel se le escapaban las lágrimas de los ojos.

Famosa es la Moños, personaje popular en los bajos fondos de Barcelona, así como El Poeta se duerme, la Orquesta de Negros, la Echadora de Cartas, etc. A destacar las dos increíbles escenas de ejecución, la una con horca y la otra a la guillotina, expuestas de un modo fidelísimo, lo que dice mucho de los ingenieros artistas del Tibidabo, que en su época no dudaron en enseñar a los infantes y adultos visitantes las distintas modalidades de dar muerte en el patíbulo.

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